INTRODUCCION.
¿Es usted sensible a las reacciones de otras personas por lo que dicen? ¿Habla usted haciendo ademanes? ¿Mira a las personas a los ojos cuando les habla? ¿Se percata de estar animado en conversaciones y moviéndose de un lado a otro con energía que Parece salir de usted de una manera inconsciente? ¿Visualiza usted lo que piensa? ¿Hay algo de animador en usted?
¿DE QUE PROVECHO ES PARA USTED?
Hablar bien.
- Le ayuda a dar a conocer su fe e influir en los demás.
- Clarifica sus ideas tanto para usted como para otros.
- Fortalece las relaciones.
- Establece su reputación como persona inteligente.
- Realiza sus talentos de líder.
- En realidad, la falta de preparación y una instrucción deficiente resultan primero en nuestra capacidad de comunicación, tanto oral como escrita. Por lo tanto, aprender a mejorar nuestra capacidad de expresión personal produce beneficios a donde quiera que vayamos.
- Un estudio muestra que el 88% del éxito en el trabajo se debe a nuestras actitudes y capacidades de comunicación y solo el 12% a nuestra experiencia técnica.
- Cuando explicamos las verdades de Dios, hablar bien no es una elección Es un mandamiento: «Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros» (1Pedro.3:15.)
POR QUE UN LIBRO SOBRE EL TEMA
¿ Imagine el último discurso terrible que usted oyó?
- El que habla adopta una postura flácida frente al grupo, asomándose con la mirada asustada y confundida de un hombre que acaba de ser despertado de una pesadilla. Maneja con torpeza sus notas, mantiene los ojos clavados en las notas mientras el público observa los relojes como si fueran científicos de la NASA en una cuenta regresiva.
- En definitiva no es un modelo digno de imitarse.
- Hablar bien no es un talento natural; Si los presidentes y los aspirantes a la presidencia del País, después de toda su práctica de hablar bien en público en ruta a ser nominados Necesitan maestros de oratoria entonces dos cosas son evidentes.
- La oratoria no es un talento natural.
- Hablar bien es importante y eficaz para nuestra causa. ¿Estamos entonces interesados por ganar esa práctica y experiencia?.
¿POR QUE ES TAN ATEMORIZANTE HABLAR EN PUBLICO?
Porque falta confianza.
No nos preocupamos por expresarnos bien, no nos preocupamos de que el público nos
considere creíbles. Nos sentimos frustrados porque no nos estamos dando a entender y no tenemos nuestras ideas e información lo bastante organizadas. Tememos que algunas cosas que digamos pudieran ofender a los demás. Tememos ponernos en ridículo con ideas insensatas, una forma de expresión débil y torpe de esas ideas, y un caso notable de alergia.
Sobre todo, tememos que otros sepan lo atemorizados que estamos. Si no tenemos cuidado, caeremos en la trampa de imitar lo que vemos y oímos de nuestros semejantes igualmente carentes de talento; Resultan do en no mayor éxito e influencia que los que tienen ellos.
Estas notas ayudaran a los lectores. En su lectura usted encontrara primero lo que hace eficiente a un orador. Después aprenderá a imitar su éxito y a tener el mismo efecto. Por
ultimo, con la práctica, usted ganara tanta experiencia que dominara sus técnicas y ya no tendrá que prestar atención a los mecanismos para hablar y en vez de eso podrá concentrarse en su mensaje.
APRENDIENDO DE LA BIBLIA.
La autoridad final y los mejores modelos los encontramos en la Biblia. Jesús fue el maestro y orador magistral. Hablo a públicos grandes en sinagogas, en las laderas de los montes, junto al mar y en las calles, hablo a grupos pequeños de fariseos, le hablo a discípulos que querían aprender de él.
¿Con que tácticas y rasgos de su personalidad logro semejante efecto? Estaba preparado, y hablo con autoridad y control. En realidad, Mateo, observa, después del sermón del monte, que “la gente se admiraba de su doctrina; Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. (Mat.7:28-29) sin embargo fue paciente con los lentos para aprender.
Empleo el buen humor y el enojo para darse a entender. Su lenguaje sencillo maravillo hasta a los más educados. Había variedad en sus técnicas: parábolas, lecciones objetivas, ilustraciones, analogías, paradojas silencios, buen humor, preguntas y discursos.
Sus discípulos también comenzaron a maravillar a quienes los rodeaban al mostrar capacidades para hablar aprendiendo de Maestro «entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.» (Hech. 4:13)
No dejaron que su falta de educación formal los detuviera de ser oradores eficientes, tampoco dejaron que su falta de educación se convirtiera en excusa para no mejorar sus talentos.
Tenga presente que los discípulos con frecuencia tuvieron tiempo de prueba con sus oyentes.
Hablaron a oidores “neutrales” en grupos grandes como el de los atenienses en el Areópago y las multitudes en Pentecostés.
Además de los ejemplos del nuevo Testamento, los profetas del Antiguo Testamento proclamaron su mensaje con efecto; desde tablas.(Habacuc.2:2) Hasta vasijas de barro rotas(Jer. 19:10-11).
Con todo este énfasis bíblico, d ejemplo y principio, con seguridad estaremos de acuerdo en que la palabra hablada tiene poder. Ese poder puede transformar nuestra vida y la de nuestros oyentes, para el día de hoy y la eternidad.
Las técnicas son suyas para que las practique. Su eficiencia aumentara con la disposición a invertir el tiempo y el esfuerzo para llegar a ser un orador sin temor.
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Autor del artículo: Israel González, descargue su obra completa aqui.