Uno que estudia la Biblia debe ejercitar un gran cuidado de no «torcer las Escrituras,» porque el distorsionar la palabra de Dios lleva a la destrucción (2 Pedro 3.16). Una forma de torcer la escritura es colocando una construcción arbitraria sobre un versículo sin considerar su fondo o contexto. Divorciar un versículo de su fondo frecuentemente previene de un entendimiento de la palabra de Dios. Ningún pasaje debería ser en algún momento aislado del material que lo rodea.
Una Mirada a 2 Pedro 1:20
«…ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada.» Basados en esta declaración, sin considerar porque es dicha ni antes o después de ella, muchos han concluido que Pedro dice que el hombre ordinario no está en capacidad de entender la Biblia. En consecuencia, los Católicos creen que necesitan la interpretación infalible y oficial de la » Iglesia» a través de un clero. Una visión tal, en efecto, desanima el estudio personal de la Biblia y de este modo anima a la ignorancia. También mucha gente Protestante ha pensado que Pedro propone realmente que uno no puede entender la Biblia sin alguna ayuda especial (usualmente piensan que debemos ser ayudados por el Espíritu Santo en una forma milagrosa). Esto no es todo lo que el apóstol dice en 2 Pedro 1:20.
Una Mirada a Su Contexto
Se sugiere que cada uno lea los versículos del 16 hasta el 21 en este capítulo. Un estudio del contexto revela que Pedro no está discutiendo si el mensaje de los profetas podía ser entendido, sino más bien el origen del mensaje que él obtuvo. Su interés estaba con el origen, NO con la entendibilidad. En los versículos 16-19, Pedro declara que lo que los profetas habían hablado acerca de Cristo tenía que ser verdad, porque las profecías se habían cumplido. Los apóstoles habían sido testigos oculares para la venida y obra de Jesucristo. De este modo, la versión Reina-Valera coloca lo que Pedro dijo, «Tenemos también la palabra profética más segura…»
Siguiendo a esto, Pedro explica POR QUE las palabras de los profetas eran tan completamente seguras y dignas de confianza — ¡ELLOS HABIAN OBTENIDO ESTAS PALABRAS DE DIOS! (Esto es realmente lo que los versículos 20 y 21 declaran) Hubo dos posibles orígenes para las palabras de los profetas: (1) pudieron haberlas manufacturado de sus propias mentes o voluntades; o (2) pudieron haberlas recibido de Dios. Pedro afirma que fue lo segundo. Observe los dos versículos juntos: «…ninguna profecía de la Escritura proviene de interpretación privada, PORQUE nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.»
De este modo los profetas NO estuvieron expresando («interpretando») sus propios deseos y sentimientos personales a la gente; fueron guiados en lo que hablaron por el Espíritu Santo. Es evidente que el versículo 21 es un comentario del versículo 20. Nótese como los dos versículos son paralelos, diciendo la MISMA cosa en dos formas diferentes:
Versículo 20: – «Entendiendo primero esto, que (ninguna profecía) de la Escritura es de interpretación privada.»
Versículo 21: – «Porque (nunca) la profecía (fue traída por voluntad humana)…»
La «interpretación privada» es simplemente la «voluntad humana.» Por tanto, como se declaró antes, Pedro esta diciendo a sus lectores de dónde vino la profecía. No se estaba refiriendo a si todos sus lectores serían capaces de entenderla.
Ciertamente un hombre que sinceramente estudia las Escrituras puede llegar a un entendimiento de la voluntad de Dios para con él. El verdadero propósito para escribir la Biblia no era el de impedir que los hombres pudieran entenderla. Pablo dice que él sabía que los Efesios serían capaces de entender lo que les había escrito (Efesios 3:3-4). La palabra de Dios puede ser «dividida correctamente» o «manejada acertadamente» (2 Timoteo 2:15). Que nadie use 2 Pedro 1:20 de tal forma como para contradecir una enseñanza tan clara. Dios quiere que los hombres «conozcan la verdad» para que ellos puedan ser hechos libres (Juan 8:32).
Un aporte de Jaime Restrepo. Tomado del sitio web http://elancladelevangelio.org