«Más bien os escribí  que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario o avaro, o idólatra, o maldiciente o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis»  (1 Corintios 5:11).

Los cristianos en el primer siglo practicaban el compañerismo, eran muy amables, se gozaban juntos, sufrían juntos, tenían entre ellos fuertes lazos que les unían, y hasta nos dice la Biblia que comían juntos en las casas con alegría y sencillez de corazón (Hechos 2:47). Los discípulos de Cristo son así, trabajan juntos, luchan juntos se gozan y sufren juntos, y hasta se invitan unos a otros a sus casas, para que con sencillez y alegría puedan participar de un momento agradable con sus amados hermanos, los de la familia de Dios.

Es importante recordarnos, que los que son de la familia de Dios se han limpiado de la vieja levadura «sin levadura como sois» (1 Corintios 5:7),  es lo que son los cristianos dentro del plan de Dios «nueva masa sin levadura», la levadura es usada en las escrituras como símbolo de corrupción y pecado, la ausencia de la levadura pues, significa la pureza que Dios demanda en sus hijos.

Pero cuando «alguno que llamándose hermano» se ha corrompido con el pecado o una falsa doctrina o que anda desordenadamente (Romanos 16:17,18;  Tito 3:10,11; 1 Corintios 5;  2 Tesalonicenses 3:6-15),  es enseñanza de Dios, que los de la iglesia local, le excomulguen, es decir, «No os juntéis»  con él (1 Corintios 5:9,11;  esto es, que «os apartéis de él» Romanos 16:17), es importante entender que la excomunión tiene por propósito, el mantener la pureza dentro de la iglesia local, y también el de conducir al disciplinado al arrepentimiento para que se salve (1 Corintios 5:5-7).

«Con el tal ni aun comáis», no es cuestión hermanos de simplemente NO COMER con él, sino de no hacer NADA, ni aun eso de comer con él, La Nueva Versión Internacional dice: «Ni siquiera deben juntarse para comer». Con el hermano que no se arrepiente los miembros de la iglesia local, en ninguna manera deben reconocerlo  ni tener asociación alguna con él.  Pero lo lamentable del asunto es que cuando alguien en la iglesia es excomulgado, (aunque este quizás no deje de asistir a las reuniones, pues, son públicas,) los hermanos le siguen reconociendo y continúan con él como siempre,  participando con él en el sentido de seguir comiendo, negociando, teniendo asociación con él etc. cuando esto sucede entonces NO HAY DISCIPLINA, y por consiguiente la pureza de la iglesia está amenazada «Un poco de levadura leuda toda la masa» (Gálatas 5:9; 1 Corintios 5:6), y el pecador es estimulado a continuar en el pecado de modo que no se arrepiente y la salvación se aleja cada vez más de él. En vista de esta actitud en muchos hermanos podemos decir que el diablo está ganando ventaja en esto (2 Corintios 2:11).

Que es lo que sí nos recomienda la Biblia, «Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano» (2 Tesalonicenses 3:15),  el propósito de la excomunión es salvar al hermano que se desvió de la verdad y la rectitud, pero también en el proceso, es requerido se le amoneste, es decir  advertirle en base a las enseñanzas de Cristo. No  podemos echarlo al olvido o abandonarlo, sino que los fieles deben buscarlo para amonestarlo, pues «sepa que el que haga volver al pecador de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados» (Santiago 5:20).

Dentro del aspecto de la disciplina correctiva es de mucha importancia no confundir el comer la cena del Señor con una comida social, pues en 1 de Crintios 5:11, el «ni aun comáis» no se refiere a la cena del Señor sino a comidas comunes, pues en el texto no se encuentra alguna frase modificadora que nos indique que se refiera a la cena del Señor.

Otro punto dentro del aspecto disciplinario que debe quedar bien entendido es, ¿Qué sucede cuando un miembro de la familia es excomulgado o disciplinado? Muy bien, Es probable que en una iglesia local sea excomulgado algún familiar de uno o varios hermanos, quizás el hijo, el esposo, la esposa, el padre o la medre etc. ¿No se van asociar con él excomulgado? Bueno, es evidente que de alguna manera si habrá asociación, pues la esposa tiene sus deberes con su marido, y los hijos con sus padres, pero el sentarse juntos a comer se ha de entender no como una aprobación a su conducta de pecado sino como un deber familiar, el comer juntos muchas veces en la Biblia significa el estar de acuerdo con el tipo de vida que vive la persona con quien se come, así en Hechos 11:3; 16:15. Jesús comía y bebía con pecadores (Lucas 15:2), pero es evidente que tal actitud de Cristo no era en señal de aprobación a la vida de pecado de los tales, los pecadores que estaban con Jesús sabían que él estaba con ellos para enseñarles y no para simplemente participar con ellos de una comida que les indicara compañerismo es decir aprobación a su manera de vivir.

En Conclusión hermanos, debemos hacer siempre lo que Dios nos dice que hagamos en cuanto al hermano que ha pecado y no quiere arrepentirse , si el Señor dice «Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros», y «no os asocies con el» ¿Qué es lo que debemos hacer? ¡NO tener comunión con el pecador que no se arrepiente! No debemos revelarnos contra la disciplina bíblica teniendo asociación con el hermano que ha pecado, si se presenta el caso que algunos no quieren obedecer las instrucciones de Dios en cuanto a no tener comunión con el miembro disciplinado, entonces estos últimos andan desordenadamente y deben también ser excomulgados (2 Tesalonicenses 3:6).

Alfredo Chee Amador
Apdo. Postal 173 Matagalpa, Nicaragua A. C.
Te invito a visitar los siguiente sitios Web: http://firmesenlafe.com/

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