INTRODUCCIÓN:
A. Los eventos que suceden en las últimas horas de Jesús en la cruz y después que entrega el Espíritu da muestra que era Hijo de Dios. Tal como lo confesaron los soldados que custodiaba al pie de la Cruz, sino también los eventos que se registran en Mateo.
B. Mateo nos dirige a que este sacrificio es conforme a lo que decían las profecías.
C. Con este sacrificio, tenemos acceso al Padre a través de su hijo.
I. EL FINAL DE LA CRUCIFIXIÓN. MATEO 27:45-50
A. Nos referimos a la muerte de Jesús. “Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.” Mateo 27:45 NBLA. Según el cálculo romano del tiempo, esto fue aproximadamente desde las 12:00 del mediodía hasta las 3:00 de la tarde. Esta oscuridad inusual duró por tres horas, mucho más que cualquier otro eclipse natural.
- Aunque no fue explicado por Mateo, la oscuridad de ese día tuvo que haber tenido un significado simbólico. Las tinieblas acompañan los juicios de Dios (Ex. 10:22; Isa.60:2; Joel 2:10; Amós 8:9).
- Esto no fue todo el tiempo que Jesús estuvo en la cruz, sino la última parte de ese tiempo. Según Marcos 15:25, 15:34, podemos suponer que Jesús fue colgado en la cruz por aproximadamente 6 horas (aproximadamente entre las 9:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde).
- Las primeras tres horas de la terrible experiencia de Jesús en la cruz fueron durante las horas normales de luz, para que todos pudieran ver que en realidad era Jesús en la cruz, y no un reemplazo o un impostor.
- Las seis horas que Cristo pasó en la cruz se dividen naturalmente en dos períodos de tres horas: tres horas de luz (Marcos 15.25, 33) y tres horas de tinieblas (Marcos 15.33). El primer período abarcó más o menos desde las 9:00 a. m. hasta el mediodía.
B. Alrededor de la hora novena, Jesús grita. “Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: «ELÍ, ELÍ, ¿LEMA SABACTANI?». Esto es: «DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?».” Mateo 27:46 NBLA.
- “Esta declaración de Jesús es una cita del Salmo 22: 1 y es un grito desgarrador de alguien que enfrenta un sufrimiento intenso. El Padre no “abandona” a Jesús volviéndose y dejándolo. Jesús había hablado previamente con confianza de que el Padre siempre estaría con él (Juan 8:29; 16:32). Jesús está “abandonado” porque el Padre no detiene este sufrimiento, sino que permite que este inocente sufra y muera. El Padre se complace en que su Hijo sin pecado sufra la muerte como sacrificio por los pecados de la humanidad (2 Cor. 5:21).” (Comentarios de Mateo – Marc Gibson)
- “Algunos dicen que Jesús aceptó la culpa de los pecados del hombre, que llegó a ser pecado y que, por eso, Dios no podía verlo como pecador, y que le volvió las espaldas para no ver a Jesús tan contaminado con el pecado, pero la Biblia no dice tal cosa. Jesús no tenía pecado (Heb. 4:15; 1 Ped. 2:22). Si hubiera tenido (o sido) pecado, no podría haber sido sacrificio para nuestros pecados, porque El es nuestra pascua (1 Cor. 5:7) y tuvo que ser sin defecto (Ex. 12:5; 1 Ped. 1:19).” (Comentario de Mateo, Wayne Partain)
- “Todo comentario sobre este asunto (Mat. 27:46, “¿por qué me has desamparado?”) tiene que armonizar con Jn. 16:32. Cristo siempre hacía la voluntad del Padre; por eso, el Padre siempre estaba con El. Jn. 8:29, 50. Al morir en la cruz, ¿Jesús no agradaba al Padre? ¿No hacía la voluntad del Padre? Recuérdese también que casi inmediatamente después de decir “¿Por qué me has desamparado?” Jesús “entregó el espíritu” diciendo, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”(Luc. 23:46). ¿No estaba el Padre para recibirlo?” (Comentario de Mateo, Wayne Partain)
C. A Elías llama éste. “Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: «Este llama a Elías».” Mateo 27:47 NBLA. Salmos 22:1.
D. Le dan a beber vinagre. “Al instante, uno de ellos corrió, y tomando una esponja, la empapó en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. (49) Pero los otros dijeron: «Deja, veamos si Elías lo viene a salvar».” Mateo 27:48-49 NBLA. «Tengo sed» (Jn 19.28, 30; Salmos 69.21)
- La bebida que se le ofreció podría haber sido un vino barato, diluido con agua, que era comúnmente consumido por soldados romanos (vea Lc 23.36). Debido a que estaba tan diluido, no únicamente sirvió para saciar la sed de Jesús, sino también para humedecer Sus labios y así podérsele escuchar y entender más claramente cuando hablara.
E. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz. “Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu.” Mateo 27:50 NBLA. Jesús tiene el control total del cuerpo y el espíritu hasta el final.
- La mayoría de las víctimas de crucifixión pasaban sus últimas horas en agotamiento total o inconscientes antes de morir. Jesús no fue así; a pesar de haber sido tremendamente torturado y debilitado, estuvo consiente y capaz de hablar hasta el momento de su muerte.
- Entregó el espíritu: Nadie le quitó la vida a Jesús. Jesús, de una manera diferente a cualquier otro hombre, entregó el espíritu. La muerte no tenía control justo sobre el Hijo de Dios sin pecado. Juan 10:17-18.; Lucas 23:46; Juan 19:30.
- “Su obra, su agonía, su sacrificio, estaban acabados. Su humillación, obra de redención, los tipos y profecías, el pacto imperfecto de La ley mosaica, la fe y la paciencia de los santos, el gran poder del pecado y de Satanás, la maldición levantada — todo había terminado. El alma de Jesús no le fue arrebatada por necesidad como nuestras vidas lo son (Juan 10:18); murió por los pecados del mundo; él dio su vida en rescate por muchos” (A COMMENTARY ON The Gospel According to Matthew by H. LEO BOLES)
II. LAS SEÑALES QUE ACOMPAÑARON DESPUÉS DE SU MUERTE. MATEO 27:51-54
A. El velo del templo se rasgó en dos de arriba a abajo. “En ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo…” Mateo 27:51 NBLA. El velo era lo que separaba al Lugar Santo del Lugar Santísimo en el templo. Éxodo 26.31–33; Hebreos 9.3
- Este velo separa el Lugar Santo del Lugar Santísimo en el templo. El hecho de que esté dividido de arriba hacia abajo indica una acción divina que declara que la muerte de Jesús ha abierto una nueva forma de acceder a Dios (Heb. 10: 19-20; 6: 19-20; 4:16). Los sacrificios de animales ahora son innecesarios, porque Jesús es un mejor sacrificio ofrecido de una vez por todas (Heb. 9:25-28; 10: 11-18).
B. La tierra tembló, y las rocas se partieron lo que indica que la presencia de Dios. “…y la tierra tembló y las rocas se partieron…” Mateo 27:51 NBLA.
- El terremoto coincidió con la muerte de Jesús (Mateo 27.50–51), con el partimiento del velo del templo (Mateo 27.51) y con la apertura selectiva de ciertos sepulcros (Mt 27.52).
C. Se abren los sepulcros, después de la resurrección de Jesús. “y los sepulcros se abrieron, y los cuerpos de muchos santos que habían dormido resucitaron; (53) y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Jesús, entraron en la santa ciudad y se aparecieron a muchos.” Mateo 27:52-53 NBLA. Estos resucitan y muchos cuerpos de los santos que se han quedado dormidos y se les aparecen a muchos en Jerusalén; pero esto sucede después de la resurrección de Jesús.
- La muerte de Jesús es el medio por el cual la muerte misma es destruida (Hebreos 2:14-15). Este fenómeno indicó que la muerte de Cristo venció la muerte (1 Corintios 15:50).
- Podríamos asumir que estas personas habían estado muertas solo por un tiempo relativamente corto y que otros les conocían, de lo contrario, la importancia de su resurrección se habría perdido en quienes les vieron.
- La apertura de las tumbas ocurrió en el momento en que Jesús murió, mientras que la resurrección y aparición visible en la ciudad de los cuerpos de los santos se produjeron «después de su resurrección».
D. Verdaderamente éste era Hijo de Dios. “El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: «En verdad este era Hijo de Dios».” Mateo 27:54 NBLA. Marcos 15:39. Cuando el centurión romano y los que están con él ven el terremoto y las cosas que suceden, temen y dicen: «En verdad este era Hijo de Dios«
CONCLUSIÓN:
A. Las mujeres que ministraban a Jesús aún le seguían. “Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos. (56) Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.” Mateo 27:55-56 NBLA. Este grupo de persona no perdieron la fe en Jesús, y son ellos testigos del sacrificio más importante jamás dado por la salvación de la humanidad. Estas mujeres lo habían seguido desde Galilea y habían ministrado a él esta compañía de mujeres, de la que se habla con frecuencia.
B. A diferencia de los apóstoles que habían huido de Getsemaní (Mateo 26.56), estas valientes mujeres habían permanecido fieles a Jesús. Motivadas por amor, estaban dispuestas a renunciar a su orgullo y seguridad personal para estar cerca de Él hasta el final.
C. Seamos como este grupo selecto, que fueron perseverante hasta el final. Como el ejemplo de la hermana que llevó el paraguas al servicio de oración. Se iba a pedir para que Dios nos bendijera con lluvia.
Bibliografía:
- Lecciones de Mateo por Terry Partain
- Comentarios de Mateo – Marc Gibson
- A COMMENTARY ON The Gospel According to Matthew by H. LEO BOLES
- Comentario de Mateo, Wayne Partain
- SELLERS S. CRAIN, MATEO 14—28
- New Testament commentary, Vol. I, Mattew and Mark, J. C. McGarvey.
- A COMMENTARY to Matthew by David Guzik
- Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (p. 750). Editorial Unilit.